El síndrome del impostor en reinvención profesional. También conocido como el síndrome del farsante, te dice:  “Ha sido suerte”, “no llegarás a estar a la altura”, “no te lo mereces” ¿Te suenan estas palabras?

Son parte del Síndrome del impostor o Síndrome del farsante, precisamente porque te hace sentir como si lo fueses por tener el éxito que tienes.  

Según los últimos estudios, cerca del 70% de los profesionales con altos cargos y responsabilidades, emprendedores y empresarios sufren el síndrome del impostor. A nivel europeo, incluso se habla del 82%-83% de los profesionales. 

Este síndrome suele causar procrastinación por miedo al fracaso o sobre-preparación y excesiva carga de trabajo, en otras ocasiones y siempre afectando a tu productividad personal y calidad profesional.

Las consecuencias de no atender a este síndrome tan generalizado, vienen en problemas de autoestima, la inseguridad y una expectativa anormal a fracasar.

Síndrome del impostor en reinvención profesional

Cómo saber si te afecta el síndrome del impostor

Generalmente este síndrome se reconoce por pensamientos repetitivos como: no merecer el éxito que tienes, que no tienes nada especial para estar en la posición o tener las condiciones profesionales que estás disfrutando.   

Otro tipo de pensamientos que aparecen es atribuirlo todo lo bueno que sucede a la suerte, a estar en el lugar correcto o a factores externos. 

En resumen, son pensamientos que te desmerecen, que te dicen que no estás a la altura de las circunstancias y que por tanto, no te permite disfrutar de lo que tienes, ni continuar avanzando hacia más logros.  

Cuándo suele afectar más el síndrome del farsante

Según los estudios, el síndrome del impostor suele atacar más, a dos tipos de personas: 

– Aquellos que crecieron o se desarrollaron a la sombra de una persona, que siempre fue etiquetada como “la mejor”. Para darte ejemplos, a nivel familiar: un hermano considerado como “el inteligente” o en el área corporativa, ese compañero que era “el buen comercial”. 

Cuando empiezas a equiparar e incluso destacar con respecto a esa persona, tu entorno, no cambia su percepción. Esto significa, que siguen pensando que esa persona es mejor y no puedes hacer nada, para obtener esa etiqueta de “el mejor”, por más que te esfuerces. 

– El otro caso, por el contrario eres tú, quien que goza de la etiqueta de “el bueno”, el inteligente” y te esfuerzas por mantenerla.   

Cuando el nivel de exigencia se eleva, empiezas a caer en sobre-preparación, a aumentar los niveles de estrés. 

 

Situaciones más comunes para el síndrome del impostor

Por otra parte, este síndrome se dispara generalmente más a menudo, en:

👠 Mujeres: cuando empiezan a compatibilizar su labor de madres con el ámbito profesional. Generalmente, estas etapas vienen acompañadas por emociones de culpa por no atender lo suficientemente “bien” ambas áreas.

🌎 Minorías o cambios de país: en los que el profesional tiene que esforzarse más por demostrar en el nuevo entorno, porque siente que se le mide con otra vara. En estos casos, suele haber exceso de trabajo y de actividad, que no siempre conduce a resultados óptimos y que en muchas ocasiones, genera agotamiento excesivo.

 

Cuándo aparece el síndrome del impostor en reinvención profesional

El síndrome del impostor, suele aparecer en los inicios de una reinvención profesional, disparado por el miedo y la incertidumbre desencadenada por los cambios de actividad, nuevas funciones o nuevos emprendimientos.  Es una etapa pasajera que suele diluirse, una vez el profesional aprende las nuevas funciones, se estabilizan las emociones iniciales y la novedad, se empieza a convertir en rutina. 

Hay ocasiones sin embargo, en los que este tipo de pensamientos de desmerecimiento se quedan por más tiempo.  Este síndrome, puede causar procrastinación, desgano y falta de acción en algunos casos y en otros, genera sobre preparación y excesiva carga de trabajo. 

Cuando estos síntomas se prolongan en el tiempo,  van derivando en estrés excesivo, sobre-pensamiento y a la larga, en estados emocionales más inquietantes como la ansiedad o la depresión.

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Cuáles son los niveles del síndrome del farsante o del impostor

Hay tres fases muy bien diferenciadas según la intensidad en la que se encuentren los síntomas del síndrome del farsante: 

🟡 Nivel 1:
Eres consciente y puedes manejarlo tú mismo, o puedes apoyarte en amigos o colegas para salir adelante. 

🟠 Nivel 2:
Cuando los niveles de estrés aumentan, a tal punto que te paralizan o generan una actividad desmedida, con pocos resultados, es recomendable buscar ayuda especializada como un coach o un mentor. 

🔴 Nivel 3:
En esta etapa, la situación es insostenible, llegando a estados emocionales más complejos como problemas de insomnio, ansiedad y depresión.  En esta fase, se recomienda la ayuda de un profesional preparado para ello, como psicólogos o psiquiatras. 

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Charla: 3 estrategias para combatir el síndrome del impostor en Reinvención profesional

7 estrategias para superar el síndrome del farsante en Reinvención profesional

Existen gran variedad de prácticas para combatir el síndrome del impostor, las tres prácticas que estuvimos comentando y como ellas nos permiten

1. Registra tus pensamientos: Dale una forma física

Apunta en una agenda cuáles son los pensamientos más comunes y presta atención a aquellas circunstancias que lo disparan: qué estabas pensando, qué estabas haciendo, cuál era la situación que lo desencadenó y la emoción que desencadenó. 

Objetivo: Sacar esos pensamientos de tu cabeza, pasarlos del subconsciente al consciente. 

2. Realiza un conteo de logros

Realiza un gran conteo de logros, incluye todos tus logros desde el colegio, desde la universidad. Haz una gran lista en la primera columna.

En la segunda columna, escribe para cada uno de ellos, las habilidades, formaciones y experiencia que te ayudaron para obtener cada uno de ellos.

En la tercera columna, incluye las cualidades de carácter y mentalidad, que te ayudaron a conseguirlos: resiliencia, tenacidad, milla extra.. 

Objetivo: elevar la autoestima y el autoconcepto, que se vienen abajo cuando tienes este síndrome del impostor. 

3. Revisa tu estrategia

Cuando tienes un plan de acción claro, te das cuenta de que, tus avances y los progresos obtenidos, han sido fruto de pequeños y grandes pasos en tu carrera profesional.  Eres más consciente de todo el trabajo que has ido desarrollando. 

Objetivo: no dejar tus logros al azar, darte cuenta de que, no todo ha sido suerte. Que la suerte la creas tú, haciendo esa formación y cultivando esa relación, que te han permitido llegar allí. 

4. Enamórate de tu progreso

Es muy sencillo en estos tiempos, mirar al lado y ver cómo avanzan los demás, sobre todo en las redes sociales. Es normal compararse, sin embargo, ten siempre en mente que, nadie está viviendo tu situación particular y cada persona vive de manera diferente su proceso. 

Enamórate de tus propios avances, compárate siempre contigo mismo, con esa versión tuya de hace uno, dos o cinco años. 

Objetivo: darte cuenta de que, tienes tus tiempos y tus circunstancias son diferentes a las de los demás y que solo necesitas enamorarte de tu propio progreso.

5. Celebra tus logros

Durante la charla que te compartí en Youtube, una de las participantes: Nohemí Curvelo, compartió una de sus estrategias para combatir este síndrome y es, celebrar cada pequeño logro. 

No podría estar más de acuerdo con ella, son esas palmaditas en la espalda que te das a ti mismo, las que te dan la satisfacción de haber pasado por tantas situaciones y superarlas de forma airosa. 

Objetivo: disfrutar del proceso, reconocerte y saber que tienes más potencialidades, de las que recuerdas. 

6. Agradece los cumplidos

Todos ven tus avances y algunos de ellos, además te lo dirán.  

¿Te ha pasado que, cuando otra persona comenta cuánto te admira, haces un comentario restándole importancia o piensas que, tampoco es para tanto? 

Cuando alguien quiera reconocerlo, simplemente agradece. Esta es una de las formas, en las que empiezas a reafirmar tus logros de forma pública. 

Objetivo: motivarte con cada paso logrado, celebrar y disfrutar del proceso. 

7. Recuerda: Ya eres suficiente

¿Cuándo te verás a ti misma, de la forma en la que yo te veo? 

❄️Hace unos días veía Frozen II por enésima vez. En ella Ana, cuestionaba las dudas que Elsa, su hermana, tenía sobre sí misma y su capacidad de salir bien librada de una situación compleja, a la que se enfrentaba y me resonaron estas palabras. 

Es frecuente que nos juzguemos más duramente que cualquier otra persona y que nos exijamos más de la cuenta, en determinadas ocasiones.

Quizá sea momento de parar, tomar un respiro, mirar atrás, hacer conteo de logros obtenidos, darnos una palmadita en la espalda y continuar.

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quien es Adriana Agudelo Coach Reinvención Profesional

¿Quieres superar el síndrome del impostor?

Concretaremos juntos el primer paso para empezar a caminar hacia tus metas. Vamos a poner en marcha tus sueños.

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